martes, 29 de enero de 2013

Un soplo de aire renovado

En estos días de crudo invierno, en una casita en el campo, la chimenea es un elemento imprescindible para la supervivencia, y por supuesto los útiles que te facilitan el encendido y mantenimiento del fuego son también muy importantes. 
Como podéis ver en las imágenes nuestro fuelle estaba ya en una situación patética, vamos que no cumplía su función ni soñando pero aún así lo seguíamos manteniendo, mas por cariño que por otra razón. Por mas que lo intentábamos no conseguíamos sacar un soplo de aire de sus entrañas así que nos planteamos que necesitábamos uno nuevo. 
Pero como una de nuestras máximas es intentar economizar y otra es reciclar y restaurar, pensamos que antes de comprar uno nuevo podíamos intentar restaurar el viejo, total no se perdía nada puesto que ya no funcionaba y nos pusimos a ello.

 

Empezamos por desmontar el viejo sacando fotos en cada paso para después hacer el camino a la inversa y así tener una guía por si se nos olvidaba algo. Después lijamos las dos piezas de madera que estaban también hechas un asco y les dimos cera y con las piezas (de polipiel) que habíamos desmontado sacamos unas plantillas y las cortamos en piel y ya fue cuestión de ir adaptando la piel a las maderas y en lugar de los clavos le pusimos unas tachuelas pues nos parecía que el fuelle  iba a quedar mejor rematado con ellas.


 Y voila listo para su uso otra vez y os aseguro que funciona de maravilla, que en definitiva era lo importante. Ha sido todo un reto pues no habíamos hecho esto antes y sin tener alguien que te lo enseñe no parecía fácil. Pero todo es cuestión de paciencia, voluntad y perseverancia.



lunes, 21 de enero de 2013

Cuatro patas para una mesa



Otro regalito que nos hicieron fue estos palos, que se suponía, que habían sido en otro momento de su vida una mesa. Los palos como podéis ver estaban muy bien conservados y solo había que ensamblarlos y buscar una madera para la tapa. Como los palos eran de pino antiguo y con un color muy distinto del que encuentras en las tiendas hoy día decidimos poner una madera de aglomerado y la forramos con un muletón y después con una tela verde de arpillera.



Ya para rematar la faena la Serpiente tuvo la paciencia de clavar unas tachuelas con una plantilla que previamente habíamos hecho para que todas las tachuelas estuvieran a la misma distancia.
A los palos (ya patas de la mesa) le dimos un poco de cera y listo. Nos quedo esta mesa estupenda mesa de juego.

Gracias otra vez Marian.

lunes, 14 de enero de 2013

Un par de licores caseros

Estas navidades hemos decidido fabricarnos nuestros propios licores, nada de destilados, ni alambiques, solo macerados. Y nos han salido bastante ricos.

El primero de ellos Magnum 44: Pero tranquilos no es tan devastador como el famoso revolver, aunque si que tiene algo de retroceso, jejeje. No tiene mucha dificultad, pero tiene un buen sabor y es sencillo.

Una naranja bien hermosa, a la que hicimos 44 pequeños cortes, donde introdujimos tantos granos de café, y la pusimos en un tarro hermético con un litro de vodka y con 44 terrones de azúcar. Todo junto macerando por... adivinad cuantos días. Eso sí cada día hay que darle un meneito para que el azúcar no se pose en el fondo, al final de la maceración sacamos la naranja y lo filtramos... Os animamos a probarlo, esta realmente bueno...




El segundo ha sido un pequeño experimento del que todavía esperamos resultado, aguardiente con mandarina y caramelo, pero casero... por ahora esta macerando y lo tendremos al menos sesenta días, pero lo hemos catado y apunta muy buenas maneras.

En un litro de aguardiente blanco... quiero decir sin sabor añadido, al que añadimos siete mandarinas troceadas en gajos, teniendo en cuenta que entre el aguardiente y las mandarinas iba a estar bastante ácido y fuerte hemos probado a añadirle unas cucharadas de miel de caña, esto último le ha dado un sabor acaramelado exquisito.